Le gustaban las llamas, eran graciosas y esponjosas, también le gustaban los camellos, las llamas eran como los camellos (?) Aunque a la primera solo las veía cuando algun familiar le enseñaba libros y dibujitos y en pocas oportunidades había tenido el placer de tocar su tela, algo que en definitiva jamás ¡Never! Iba a ocupar, no por que fuera exquisito, más bien por que sería un suicidio, con los calores de su país sería enviarse a cocerse al horno vivo y ni el estaba tan loco.
Su jefecito (El inmutable) lo había enviado "Que intercambio de cultura y blablabla" No le había ni dejado terminar su baño cuando ya lo estaba enviando a saber Alá como, rumbo a America. El viaje en si...fue un asco "¿Qué me ves idiota?" Le gritaba a cuanto desgraciado se le alejaba con el terror en sus ojos, que un par de rebeldes fueran de asesinos en serie por todo el mundo hacia que la mitad de Asía fuera terrorista. El no lo era...solo era "precavido"
-¡Dios! Que frío-Miro al cielo pidiéndole explicaciones, no solo le había dado las señales a su jefe de enviarlo con un país casi desconocido para el, si no que también uno donde incluso su primavera, otoño, verano, la cosa que fuera, le hacia sentirse como en pleno invierno.