Telefoneando~

Toma aire con el auricular en la mano. Tiene miedo de marcar, sí, pero uh... se le ha pedido reafianzar sus relaciones con su hermana pequeña, así que... así que...

Marca. Luego se lleva el teléfono a un oreja y espera mientras el tono de marcado hace "tuuuur" en su oído.

Escuchó el teléfono mientras escribía en su diario todas las cosas buenas y su gran amor a su hermano, ¿quién era la persona en interrumpir ese momento tan importante del día? Se levantó y camino hacia el objeto, lo agarró y se lo llevo a la oreja.

-Da?- Lo primero que escuchó desde el auricular eran una especie de gemidos extraños…vamos, se trataba de su hermana.

Ahogó un gemido al escuchar que atendían. Un poco más y hubiera colgado, pero no, no, ella no era ninguna cobarde claro, así que...

-¡Ho-hola! ¿¿Belarus?? S-so-soy yo, ¡Ucrania!

*boing*

-E-estaba pensando en que hace mucho tiempo que no nos vemos, y uh... ehm... - se encogió de hombros. -¿Te gustaría que saliéramos un día de estos?- y cerró los ojos en espera de su respuesta.

Natasha no pudo evitar sorprenderse, hacia mucho que no escuchaba la voz de su hermana, y ella, no era una persona de llamar a sus seres queridos ni mucho menos, exceptuando a su hermano, claro, que le mandaba una carta al menos todos los días...
Sonrió de forma un poco nostálgica al otro lado del teléfono, a saber que quería su hermana
-Pues, si, si quieres podemos vernos...- Respondió con su acento frío y directo - ¿Que te parece si le decimos a Iván también para quedar? ¿O solo quieres verme a mi? Además, hace mucho que no se de el. Igual si quedamos todos juntos lo puedo ver, he ido ya 4 veces a su casa pero nunca lo encuentro ¿sabes donde esta?-

Se quedó callada tras su lado de la línea, con los ojos entrecerrados y viendo hacia el frente. Se removió nerviosamente, produciendo otro boing de sus prominentes senos, y luego soltó el aire que había estado guardando.

Ah... Rusia... N-no, esa no era la idea... Es decir, claro que le gustaría verlos a ambos, si después de todos eran sus hermanos pequeños a los que tanto amaba, pero... pero si ellos estaban juntos, temía que poco tiempo hubiera para poder hablar de otras cosas que le atañían.

-R-Rusia-chan debe tener mucho trabajo...- medio rió, torpemente. -No quisiera molestarlo... ¡Pe-pero si tú quieres verlo, podríamos tratar otro día!

U-ugh.

-Esta vez me.. me gustaría pasar un poco de tiempo a solas contigo...

¿Ir de compras, tal vez?

-Ah... ¿Conmigo a solas?..- Tampoco sabía muy bien que contestar, no era buena expresando sus sentimientos ni emociones, aunque se tratara de Ucrania, su hermana de toda la vida – Esta bien… Si quieres venir puedes, o no se si quieres hacer algo en especial – Suspiró, igual a Ucrania se le ocurría hacer algo con ella para pasar una tarde juntas.

Sonrió levemente al escuchar aquello. Belarus, tan pequeña y tímida igual que siempre... y se sintió tremendamente enternecida.

Ahora, cuando habló, lo hizo con mucha más seguridad en sus palabras, porque a final de cuentas no había sido rechazada.

-¿Te gustaría que saliéramos un día de estos? Po-podríamos ir a tomar algo, o salir a comprar uno de esos vestidos que tanto te gustan, o... o... n-no sé...- se ruborizó un poco.

Admitir que su hermana pequeña era mucho más femenina de lo que ella había sido o sería nunca era algo que aún la avergonzaba.

-Hmm…ir de compras estaría bien-
Realmente le daba un poco igual, a ella solamente le interesaba estar con su hermana, pero ya que se le daba la ocasión, por que no, algo de ropa le hacia falta, y más algo un poco mas femenino, andar con ropajes rotos para imponer entre su tripulación a veces la ponía un poco enferma.
-¿Dónde quieres quedar? Conozco a una modista bastante buena aquí…-