-Kesesese, mi awesome dibujos son los mejores- Musitó el albino mientras estaba sentado en su escritorio, dibujando a su pequeño pollito. El animalito lo miraba como raro, poniéndose a pensar que tal vez su dueño nunca había tomado una clase de dibujo...
Un estruendoso sonido lo sacó de su mundo de dibujos mal hechos, y seguido de ello la pronunciación de su nombre. Pudo darse una idea de quién era por el tono de voz, sonrió sádicamente y se levantó a ir a recibir a su "invitado". Caminó por un pasillo camino a la puerta principal, la cual vio destrozada en el suelo y junto a ella al castaño empuñando su hacha.
-Dinamarca, kesesese- Dijo aún sonriente.
{Deeeen *//*}