Conquistando a Finlandia.

Noruega rodeaba el territorio finlandés con una flota numerosa, esa situación le parecía de mal gusto, su neutralidad había sido siempre intachable, pero la decisión de sus superiores eran algo más allá de lo que el pudiera inferir.

- Asegúrense lo reciba.- Ordenó a un cortesano el cual sin perder tiempo se dirigió a entregar una carta al Finlandés cuyo mensaje decía lo siguiente.

“Finlandia.

No tengo nada en tu contra, pero órdenes de mis superiores me han llevado a esto. Tu territorio ha de ser mío, no te resistas, la violencia no llegará a nada.

Reino de Noruega”

Noruega se limitó a esperar la respuesta a su telegrama.

Leyó la carta recibida con detenimiento, era lógico que recibiría una respuesta así, sin embargo, no consideraba a Tino un enemigo de ninguna manera... tendría que negociar cara a cara con el.

Bajó del barco en el cual había estado momentos antes, los escoltas a su espalda aseguraban que los Finlandeses que se encontraban en el sector (los cuales miraban con confusion) no se sublebaran al sospechar de la situación.

Llegó en unos cuantos minutos a la casa de Tino, el cortesano que le había tambien acompañado tocó la puerta un par de veces. La situación estaba más que sobreentendida, si no llegaban a un acuerdo Noruega tendría que tomar acciones que no estaban dentro de su naturaleza.