La llegada del Gran Rey

Es la madrugada. Apenas y el sol esta comenzando a salir. Se escucha un silbido en el silencio de la noche... y de pronto... un estruendo. Algo arremete contra la casa de Letonia y seguido, se escuchan gritos y aullidos. Afuera... espera un enorme ejercito de vikingos, armados hasta los dientes... Su líder, un hombre muy alto con un hacha dos veces su tamaño:

-¡A quien quiera que este ahí dentro! ¡¡Sal!! O los sacaremos a la fuerza.

-E-¿eh?

El letón salió corriendo al oír aquellas voces y aquel estruendo. Y al ver a ese gigante con el hacha y a la marabunta detrás, se puso a llorar de miedo y se escondió debajo de la mesa.

-¡Uwaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡N-no me maten! No me maten, por favor, ¡p-por favor!... -se abrazó a sí mismo-. No me hagas nada, Dinamarca, p-por favor...

Empezó a temblar como una gelatina.

El Danes sonríe ampliamente al verlo y entra a la casa por el hueco que produjo. Se acerca con paso firme y golpea la mesa desde abajo con su hacha, haciéndola bolar:

-Jeje... ¡¿Tu eres el dueño de esta casa?! (Da una mirada al lugar... no parece haber otras personas) Pero si sólo eres un niño... ¡¿Cual es tu nombre?! (lo toma de la ropa para levantarlo hasta su altura)

De fondo, los vikingos de Dinamarca siguen destruyendo y saqueando todo.

-¡N-no! Pare...deje de destruir, le prometo que me rendiré a usted pero no destruya más mi casa, se lo suplico, por favor...

Sollozó al ser levantado por el danés, mientras temblaba y susurraba el nombre de Lituania todo desesperado.

-Tampoco me mate a mí, por favor... haré lo que sea en su casa, le juro qeu lo haré, pero no me mate, y no le haga nada a mi gente tampoco.

Lo suelta, dejándolo caer. Se siente frustrado de ver que viajó tanto tiempo para no encontrar lo que buscaba:

-¡No te rindas! ¡Así es aburrido...! (suspira frustrado) -Sólo eres una pequeña cosita vibradora... No me sirves como contrincante así, anda, ponte firme y dejaré que des el primer golpe... (entonces lo escucha) ¡¿Lituania has dicho?! (le sonríe ampliamente) Escuché que Suecia no quiso enfrentarse a él... ¡Y si mi hermano temió de ese tipo, debe ser por algo bueno...! (se gira hacia sus hombres) Paren ya...

Los vikingos se detienen gruñendo frustrados.

-Regresen a los barcos y aguarden ahí hasta que de alguna señal... (vuelve su atención al niño otra vez) Mientras tanto... podrías invitarme a tomar algo ¿No crees?

Empezó a temblar, pero creyó que lo mejor sería atender sus exigencias, no fuera que le hiciera algo con el hacha.

-¿D-de beber? ¿Q-qué es lo que quiere?

Intentaba ganar tiempo. Secretamente había logrado contactar con su aliado, y esperaba que acudiera en cuanto pudiera. Sonrió débilmente en dirección a Dinamarca.

-¿No quiere sentarse? Estará más cómodo...

Sonríe ampliamente, como todo un Rey:

-Por supuesto... estoy algo cansado después de mi viaje... *toma asiento donde le indica y se cruza de piernas* Para empezar, podrías traerme algo de beber... ¿Qué me ofreces? Podría ser algo típico de tu nación... *ladea la cabeza* Por cierto... ya que no vamos a luchar, y que te has rendido... ¿Te molestaría si construyo una casa de verano aquí? (re que siempre nieva XD) Tal vez... si me gusta la estadía aquí te tome como mio ¿No sería divertido? Podría ofrecerte como obsequio a mi hermano Suecia... le gustan los niños...

Desembarcó en una de las costas del pequeño país, a decir verdad, esperaba algo más grande.

Recibió un mensaje por parte de su aliado que prácticamente estaba rogándole ayuda ya que parecía que tenia a algún bárbaro irrumpiendo en sus tierras… y como todo buen hero que él era, tenía que acudir en su ayuda (debería agradecerle de que las casualidades de la vida hicieron que se encontrara cerca del lugar cuando el mensaje llego.)

Bajó de su barco y se sentó en una piedra medianamente grande que se encontraba ahí mismo ¿Y ahora que se supone que debía hacer? Nunca había visitado el lugar, por ende, no tenía la más pálida idea de donde se encontraba.

Suspiró y fue rápidamente a buscar a su halcón, hizo una nota rápida que comunicaba que ya había llegado y lo dejó volar, esperaba que el animal estuviera menos perdido que el…

_________
(( te metes con Letonia, te metes conmigo fucking vikingo D<(?) ))

Temblaba ante las palabras de Dinamarca, y rogaba por la ayuda, cuando vio al halcón del americano entrar en su casa. Leyó rápidamente la nota antes de que el danés la viera, y luego le dijo, sin poder evitar una sonrisa:

-No seré tuyo...no seré tuyo nunca...ya te puedes volver por donde has venido. ¡ALFREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEED!

Chilló todo lo fuerte que podía para alertar a su aliado de su posición, y luego echó a correr hacia fuera. Como el danés estaba sentado, lograría salir y encontrar al americano antes de que el invasor se levantara y saliera tras él.

Se había recostado en el suelo para aprovechar un poco el descanso momentáneo que tenia, últimamente se estaba metiendo en demasiadas cosas y no tenía tiempo ni para ir al baño (en sentido figurado) y a pesar de que hacia un frio para morirse, el lugar lo relajaba bastante, hasta podía quedarse dormido…

El grito que escuchó hizo que pegara el salto de su vida ¿acaso tenia pulmones sin fondo?
Se incorporó de un salto y trató de perseguir el rastro que le había dejado, hubiera sido todo más fácil si le hubiera dejado un mapa a su ave.

Camino a paso prácticamente calmado esperando a que Letonia lo encontrará a el primero.
Y a todo esto: ¿Y sus hombres? Ellos esperaban en el barco por si no había necesidad de usar la violencia…

-Mi nombre no es Alfreeed... (dice algo molesto ¡¿O era una palabra típica de ese lugar para decir "Rey"? Se pone de pié y toma su hacha) Corre lo que quieras... Al menos es más divertido que cuando te rindes (va detrás del chico) ¡Ven acá patas cortas! Que te alejes de mi no hará más que obligarme a practicar sobre puntería.

Va tan rápido como puede, a pesar de ser grande, es delgado y puede ir a gran velocidad. Esa no es exactamente su debilidad. Se inclina hacia delante para ganas velocidad y donde encuentra la oportunidad perfecta, lanza un hachazo, tratando de hacer caer al chico o cortarle las piernas en el intento.

De fondo, están los 5 barcos de Dinamarca, los cuales tienen las magnificas figuras de dragones marinos. Parecen unas enormes criaturas ocultándose en la oscuridad de la noche.

Siente el hachazo a su lado y logra esquivarlo cayéndose al suelo. Intenta escapar gateando, y logra ponerse en pie, con el danés a dos milímetros de él. Entonces descubrió a Alfred ir hacia allá.

-¡ALFREEEED! ¡Ayúdame! -suplicó mientras lloraba y corría hacia el americano. Al llegar junto a él se escondió temblando como un perrito asustado.

-T-tiene cinco barcos, están esperando todos en la playa y están llenos de vikingos, ¡tienes que hacer algo, por favor!

Inmediatamente cuando cae, trata de darle otro golpe, pero puso mucha fuerza en su primer intento y trastabilla, sin caer.

-¡No vayan tan de prisa!

No nota a Alfred, hasta que el chico se esconde detrás de este. Dinamarca se detiene, aun empuñando su hacha:

-¡¿Y tu quien eres?! *listo para atacar, a pasos de America*.

Se incorporó de su lugar en el que estaba recostado pacientemente para ver como un niño se le acercaba corriendo, llorando y gritando su nombre como si fuera cuestión de vida o muerte (cosa que no estaba muy alejada de la realidad.)

-Who are ya’? –fue lo primero que se le ocurrió preguntar, decir que se había olvidado del porqué estaba allí era poco.- ¿Barcos? ¿Vikingos? –Preguntó curioso y elevo la mirada hacia el cielo como si este tuviera todas sus respuestas, tal vez no las tuviera, pero si lo iluminó lo suficiente como para recuperar el pequeño lapso de amnesia.- aaaaah~ ¡Tú eres Letonia! –exclamó feliz por el descubrimiento y revolvió el pelo de la nación.

Observó a la figura mucho más alta que se acercó blandiendo un hacha como si fuera un deporte nacional.

-¿Qué quién soy? ¡Yo debería preguntar eso freak! –Se irguió y lo señaló en un gesto “amenazante” – pero te lo voy a decir igualmente… ¡I’m the fucking United States of America! No puedo creer que no lo sepas con tan solo verme ¿Qué les enseñan en este lado del globo? –adaptó una postura ofendida mientras miraba de reojo al menor como queriéndole decir que esto era su culpa.

-¿"Frik"? Ai Am... ¿Qué... qué? *No hay que aclarar que Dinamarca no sabe ingles* ¡Tienes un nombre demasiado largo como para recordarlo! *Dinamarca supone que el nombre de aquel hombre es "I’m the fucking United States of América"* Pues mi nombre es Dinamarca y soy el Rey de los Nórdicos... *lo mira serio y entonces sonríe* Sólo estaba buscando un buen contrincante... pero tu estas algo gordito... Enano... *doble el hacha y le da un golpe a América junto en la cabeza*.

-¿Demasiado largo? –Frunció el seño.- ¿Estados Unidos es demasiado largo? ¿Acaso tienes el lenguaje limitado? –le preguntó con un tono sorprendido, en verdad pensaba que esa opción podría ser verdad.- ¿Dinamarca? So, that’s Denmark… -revolvió en sus bolsillos hasta tocar algo que sacó sonriente: Un mapa.- Donde se supone que esta eso… -le dio una ojeada rápida al mapa para después rendirse, suspirar y arrojar el mapa lo más lejos que podía.-

Frunció el seño totalmente ofendido y bufó ante el calificativo que utilizó para referirse a su persona.

-Well, déjame decirte que no puedo permitir que dañes a mi aliado… ¡Y no estoy gordo! ¡Son músculos! –prácticamente le ladró al danés.

Y más encima después de ofenderlo le da un golpe en la cabeza ¿Quién se creía que era? Se quedó mirándolo fijamente mientras arqueaba una ceja y bostezaba.- podrías matar a alguien con eso ¿Lo sabías? –toco con la punta de uno de sus dedos al hacha, ni se había inmutado por el golpe recibido (solo un pequeño zumbido que se fue tan rápido como vino.)

-¡Hablas demasiado! Justamente mi ara es para matar ¡¿Qué crees?! ¡Soy el Rey de los Nórdicos...! ¡Yo nací para pelear... si no mueres, quiere decir que eres un contrincante digno de mi.... En realidad... sólo salí de mi casa para buscar pelea, porque las cosas ahí estaban muy aburridas... Desde que mis hermanos se fueron, ya no he tenido batallas dignas... *suspira frustrado* Tienes la cabeza dura... * sonríe y entonces le da una estocada en el pecho, con el filo de la punta del báculo de su hacha (osea, la uso como lanza)*

-¡Yo no hablo demasiado! ¡Tú presumes demasiado! –Y esa sería el comienzo de su avalancha de quejas, estaba segurísimo de ello…- ¿Y a mí que me interesa que seas el rey de los Norloquesean? ¡Yo soy LA América! ¡Represento a todas las naciones que no tienen el suficiente talento para hacerles frente a ustedes! ¡Fracasados! –Le gritó; cuando terminó de hacerlo se cruzó de brazos y le saco la lengua.

Y de repente sintió una pequeña molestia que le estaba punzando el pecho, bajó la vista y observó como el arma del contrario le había rasgado limpiamente parte de su ropa y le había hecho un mínimo e insignificante daño en su piel… pero aún así no se la iba a pasar por alto.

Tomó firmemente con ambas manos la parte del filo del arma (¿se estaba cortando? Mira tú, el no se daba cuenta…) y obligó de forma brusca al danés a que se alejara un par de metros de él (traducido en= lo mando a volar con su fuerza de Hulk.)

Se encuentra con la sorpresa de que el gordito si era bien fuerte. Se niega a soltar su hacha... ¡Su preciada hacha! Pero inevitablemente cae:

-Je... Eres fuerte... ¡¿Pero como te atreves a decir esas cosas?! YO represento a TODOS los Nórdicos... YO soy DINAMARCA... YO soy el REY de los NÓRDICOS... ¡Y para que sepas...! *se queda sin argumento* ¡Para que sepas, yo soy Dinamarca! *se pone de pié y empuja hacia delante, tratando de echarlo hacia atrás ¡¡ Ningún no germano va a vencerlo!! Sólo hay una persona en todo el Mundo al que teme enfrentar y no es a ese sujeto.

- y YO ya te dije que NO ME IMPORTABA –le gritó frustrado ya por la obstinación del mayor.- serás un rey pero de seguro que ni siquiera pudiste enfrentarte contra Reino Unido ¡Yo sí! –Le señalo y empezó a reírse en su cara.- y además soy mucho más joven que tu seguramente, ¡anciano! –ya no tenía idea de a que iba esa discusión, ni a que había ido eso, pero no la iba a desaprovechar para hacerle entender lo genial y poderoso que era, I mean, era el gran Estados Unidos de América for god’s sake…

Enterró sus pies fuertemente en el suelo y trató de frustrar el intento del Nórdico para hacerlo caer… Y ya está, no debía haber utilizado más fuerza de la que debía (siempre se olvida de la fuerza que poseía) y termino haciendo estrellar al danés contra el suelo mientras el lo acompañaba, aún forcejeando para que soltara el hacha. Eso fue demasiado fácil…

Raivis se había retirado varios pasos mientras Alfred y Dinamarca luchaban, rezaba para que Alfred ganara, pero luego se sintió como un cobarde al estar ahí sin ayudarle, por lo que decidió entrar en la batalla, lanzándose contra Dinamarca y colgándosele del brazo.

-¡No le vencerás! -le dio un mordisco en la mano que tenía el hacha y apretó con todas sus fuerzas, clavándole bien los dientes en la carne-. ¡Suelta el hacha!

Si lograba que el danés perdiera su arma, a Alfred le sería muy fácil acabar con él.

-¡¿El Reino Unido?! Ja... a esos debiluchos los puedo derrotar de un solo golpe... ¡¿Qué?! *se encuentra aturdido cuando lo hace caer. Pero aún intenta sostener su hacha.* Ugh... *siente como el más pequeño lo muerde... pero si el dolor significase un impedimento para él, jamás hubiese podido ser el rey Nórdico* ¡¡No sabes con quien te metes!! *Se siente furioso, ya mejor deja de jugar ¡¿Acaso el que haya caído significa que casi lo vencieron?! ¡NO! ¡JAMAS puede ser vencido! Desde su posición, con Alfred sobre él y sosteniendo su hacha, le da una patada por debajo y enseguida al costado; se encargará del niño después.*

Tosió por el golpe repentino que sufrió su parte baja y se hizo a un lado del nórdico, dejando que se incorpore.- don’t make me angry motherfucker… -le escupió con furia, se incorporó rápidamente ignorando el dolor que punzaba desde su estomago y parte de su tórax. Se alejo un par de metros del nórdico para mirarlo fijamente, desenvainó su espada y desenfundó su pistola, una en cada mano.

Rió fuertemente y le sonrió. Se estaba divirtiendo un poco, y golpear a alguien siempre era un desestresante bastante bueno. Buscó con la mirada al menor del grupo, por un momento se había olvidado de que estaba allí… bueno no importaba, se acercó al nórdico caminando calmadamente; Pisó fuertemente la tierra y se abalanzó hacia Dinamarca sosteniendo fuertemente su espada y barriendo el suelo de manera adrede, una mínima nube de tierra se hizo visible al momento en el que empezó a enfrentarse directamente al mayor.

((soy malisima relatando estas cosas lol...))

Tan pronto como tiene espacio, se pone de pié. Toma de los cabellos al Leton y se lo arranca, hachandolo a un lado:

-¡No te metas! Luego voy contigo... *sin perder tiempo, tomo su hacha con ambas manos, parándose firme para esperar un ataque; pero sólo hasta encontrarse estable. No se fija en los movimientos del otro, sólo sabe si se mueve o no , si avanza o no. Frunce el ceño, reconoce muy bien ambas armas. La espada no es problema, pero la otra, la pistola siempre era un fastidio cuando se enfrentaba con los ingleses.* ¡Ja... eres un cobarde que usa armas de fuego! ¡¿Tanto miedo me tienes?!* Tan pronto lo vio moverse rápido, se puso en alerta y también se echó a correr hacia él; cuando lo tuvo cerca, se inclinó de prisa, y le dio un cabezazo... Pero se encontró con la sorpresa de que el golpe si le dolió...* ¡Ay! *Eso lo desconcierta ¡¿Cuando había encontrado a alguien con una cabeza tan dura como la suya?!*

(Esta es una batalla de cabezas duras XD)

El golpe lo dejo aturdido por menos de un minuto… ¿Qué tenía en la cabeza? ¡¿Piedras?! Se sostuvo la cabeza y se mantuvo quieto por unos momentos hasta que el zumbido había desaparecido por completo. Se incorporó y volvió a su postura de “batalla”

-¡¿Eso es todo lo que tienes?!–rió burlonamente y afirmó su agarre en su espada. Volvió a correr hacia él sin esperar a que se recuperara en lo más mínimo y empezó a enfrentarse con el directamente, sin utilizar su pistola en un solo momento (no la necesitaba) movía su espada de un lado para el otro de una forma bastante ágil, nunca atacando por el mismo lado. A medida que lo atacaba caminaba un par de pasos hacia delante, haciendo que él retrocediera a su paso. Finalmente terminando por acorralarlo entre su cuerpo y una gran piedra que se encontraba en medio del lugar, sin dejar de atacarlo.

((I'M SORRYYYY~ -patea vida escolar-))