Hacia mucho tiempo que no veía a su hermano. Habían tenido una disputa muy grande tiempo atrás y desde entonces que no tenía noticias de él... (me refiero a cuando Suecia se independizó de Dinamarca). Al principio, Dinamarca sintió un gran odio por su hermano, por quien se sintió traicionado y humillado ¡¿Cómo iba a darle la espolada al Rey Nórdico?! ¡¿Con qué derecho quiso dejar su casa?! Bueno... tal vez Suecia recapacitó sobre todo lo ocurrido y este dispuesto a pedirle disculpas...
Su mejor táctica se velaría de ir a tocar a la puerta de su hermano, para pedirle de hablar (llevar a todos sus hombres armados y atacar hasta que Suecia salga)... Pero comprende que él aunque serio, es muy pasivo... y para demostrarle que si lo tiene en cuenta... Se sentó esa tarde a escribir una carta para él:
"Querido Hermano:
Se que nuestra pelea hace un tiempo atrás no terminó bien. Tal vez... quizá fui un poco terco. Pero tienes que admitir que después de todos los años que te dediqué fuiste grosero al querer irte ¿Acaso no eramos felices juntos? ¡La sangre nos une, Suecia! ¿Cómo puedes negarla? Siempre me has dicho que no te tomo en cuenta... pero admite que no hablas mucho.
Mi carta no es para exigir las disculpas que merezco. Ni nada de eso. Estoy dispuesto a olvidar todo lo que pasó y ofrecer una reunión para hablar como debe ser. Después de todo somos hermanos y eso nunca va a cambiar. Tal vez falta entre nosotros un poco de comunicación ¿Pero no es basto el cariño que nos tenemos?
Además. Eres vecino de mi estimado amigo Noruega. No quiero que en alguna de mis visitas, nos crucemos y entre nosotros sólo hallan miradas de odio, después de todo, te estimo mucho ¿No lamentas esta distancia, hermano?
Espero una pronta respuesta. No quiero tener que exigir algo que por derecho es mio. Simplemente busco hablar y volver a ser unidos como antes. Respetaré tu independencia... Esa es mi promesa.
Dinamarca."