Tiempo de relajarse~ [Privado: Austria]

No sabía para qué presisamente necesitaba un descanso porque en teoría no había hecho ningun saqueo, ni conquista, ni nada en ese tiempo... ¡pero su awesome persona QUERÍA un descanso!, y a él nada se le negaba, nada...

... Aunque bien, pese a que nada se le negaba, debió pensar en al menos llevarse a alguien que le hiciese compañía a su increíble persona, qué maravillada debía estar esa persona~ ¡Pero no! Había ido hasta la isla solo, si hasta su pollo de toda la vida le había dejado solo para irse a buscar a una pollita. Y no, tampoco era que necesitara a alguien a su lado, él era lo más awesome, ¡sólo que en esos momentos estaba completamente aburrido!

-Qué daría por molestar al señorito...- Musitó al aire, pero al instante se dio cuenta y pensó para su sorpresa: a Austria le gustaba estar tranquilo haciendo alguna de sus cosas de aristócratas, entonces ¿qué mejor lugar para hacerlo que aquella isla? -Kesesese~- Rió sonriendo de medio lado, dispuesto a buscaqr al castaño.



[*miedo*]

No tenía idea de cómo había llegado a esa isla, sólo sabía que no debía confiar nunca más en su sentido de la orientación.

Observó detenidamente el lugar con, como era de costumbre, el seño fruncido. Pensó que sería un buen lugar para componer alguna pieza de música nueva o simplemente, contemplar el paisaje. Nunca se le atravezó por la mente que el albino estaría en esa misma isla. Caminó unos cuantos metros hasta encontrar un lugar con una buena sombra para inspirarse y escribir algo, realmente el sol estaba algo fuerte, se quitó su impecable chaqueta para luego dejarla a un costado. Su vista pronto se detuvo en el azul mar que había frente a sus violaceos ojos.

Luego de unos minutos de ver el oleaje, le comenzó a dar algo de sueño... y poco a poco se fue durmiendo.

-Demonios, debí pensar que ese podrido aristócrata no tendría el suficiente sentido de la orientación como para llegar hasta aquí- Renegaba el albino cansado ya de buscar al austríaco, y no estaba de más decir que cabreado de tanto buscar.

Mientras caminaba, pateaba piedras y cocos a su paso, realmente el esperar o buscar a alguien no era presisamente lo suyo, no para él siendo lo más awesome del mundo. Más bien Gilbert estaba acostumbrado a que los demás llegaran donde él, y sólo podría hacer excepciones con su hermano o con el señorito.

-Mi awesome persona se aburre...- Musitó casi infantilmente, más se detuvo en seco al divisare a lo lejos a quien parecía ser Roderich, durmiendo a la sombra de un árbol. Pensó entonces que tal vez la mala orientación del castaño había jugado a su favor, y riendo con su clásico "kesesese" se dirigió hasta donde este estaba. Una vez serca del austríaco lo miró de arriba abajo, se veía tan sereno cuando dormía~ y hasta podía decir que se veía más lindo sin tener el ceño fruncido como de costumbre. Rió de nuevo y se acercó más a su rostro, casi podiendo sentir su respiración y aroma... -¡Despiera, aristócrata cuatrojos!- Le gritó.

Estaba durmiendo de una forma un tanto apacible, hubiese sido mejor si no tuviese un tronco de palmera en su espalda, pensaba cada vez que despertaba de tanto en tanto.

-¡AH! – un sonoro grito salió de sus labios al oír la tan molesta voz del albino. El grito de éste provocó que se diera un fuerte golpe contra el tronco del árbol que tenía a sus espaldas.- ¡¿Qué te sucede, Obaka-san?! – le preguntó con el seño fruncido. El albino era una gran molestia para él en ese momento. Un leve sonrojo apareció en sus mejillas al notar que el albino estaba peligrosamente cerca de su rostro.

-¿Por qué te sonrojas?- Preguntó colocando su mano sobre el tronco a espaldas de castaño para apoyarse mejor, ocasionando que también se le acercara un poco más. Luego sonrió lascivamente. -¿Te desperté señorito? Kesesese, te veías tan lindo mientras dormías- Finalizó riendo de buena gana.