Ehemann [Privado]

Veia los tozos de hielo en el mar de Rusia. Odiaba navegar, en sus tierras no habia mares por lo que no estaba acostumbrado y realmente mareado. Camino por algun lado en aquel barco, muriendose de frio. Estaba de muy mal humor.

- ¿Donde esta ehemann? - se dio la tarea de ir a buscarlo, escondiendose dentro de su chaqueta para que no le diese tanto frio.

¿A donde iban? No le habian dicho, solo esperaba que a un sitio calido, ya no podia con aquel frio tan infernal.

Recorrio la cubierta del barco sin hallar a Ivan, bajó las escaleras, con la esperanza de encontrarlo pero no hallo a nadie mas que a los marineros. Su poca paciencia se habia esfumado, no sabia donde estaba Russia, no sabia a donde diablos iban, no sabia en donde estaba y ademas se moria del frio. Era definitivo que golpearia al proximo ser que le dijera hola al menos, estaba tan estresado, nervioso y molesto.

- Ivan!! - le llamo casi a gritos, recorriendo aquel pasillo que parecia infitivo con paso fuerte, haciendo resonar sus pisadas en la madera -. Ivan!!

Siguio caminando hasta la ventana que habia al final del pasillo, no estaba en ningun lado?

- Me abandono aqui? - vio el agua de nuevo, sintiendose mareado.

(shi =3= drama de una....)

Se encontraba en la popa del barco, viendo como el sol se ocultaba por el horizonte dando a entender que pronto oscurecería. Se sentía algo extraño en esos momenos, estar en un barco y no en su casa le causaba una gran extrañeza, además de que ahora iba a bordo el pequeño de Suiza, siendo su nueva "esposa" por un tratado que firmó al proponerle ser uno con él.

Respiró hondo, sintiendo el viento helado en su rostro, estaba acostumbrado a tal temperatura, pero igual era algo extraño.

Al rato de estar ahí escuchó al suizo llamarle un sin fin de veces, realmente no tenía los animos de estar respondiendo a sus llamados, así que se quedó callado hasta no escuchar más su nombre siendo pronunciado por el otro.

Suspiró estirando un poco sus brazos, comenzaba a hacer bastante frío, debido a que el sol ya se había ocultado y el cielo ya se encontraba estrellado. Decidió entrar a donde los camarotes, tambien buscando a Vash a su paso.

Caminó por el largo pasillo, fijandose en cada habitación sin encontrarle. Continuó caminando y al final del camino logro vislumbrar a un pequeño rubio con una boina en la cabeza y vestido de verde, obviamente se trataba del suizo.

Se acercó a él sigilosamente, colocando sus manos en los hombros del otro, sonriendole como siempre ocultando esa extraña tristeza que sentía en esos momentos -Te encontré~

Volteo cuando escucho la voz del ruso, le sonrio con ilusion, aunque estaba molesto porque no le hubiese respondido antes.

- ¿Donde estabas? Te busque por todos lados - le abrazo, buscando calor, ya estaba totalmente helado -. Pero no aparecias, ¿acaso te escondias de mi? - rie un poco, buscando un poco alejar los pensamientos extraños de su cabeza. No habia manera de que estuviese con alguien mas o que se fuese a ir estando en su propio barco... o si? Estaba demasiado paranoico.

Le abrazo fuerte un rato, buscando calentarse rapido antes de comenzar a temblar. "El no esta feliz" le decia algo dentro, mas no le hizo caso y decidio meterse en su mundo de ilusion donde Rusia no le habia hecho firmar solo por sus ideas expansinistas.

Le acarició los hombros, inclinandose para apoyar su cabeza sobre la del otro.

-Estaba en la popa del barco viendo el cielo~- Sonrió sin muchas ganas todavía, sintiendo como el otro le abrazaba, que mas iba a hacer. Le correspondió el abrazo.

¿Se escondía de él? No, no era eso. -Nyet, no me escondía de tí~- Le abrazó un poco mas fuerte, al sentir como el otro temblaba un poco por el frío que hacía, como estaba acostumbrado a ello, no resultaba algo novedoso ese fresco que pegaba.

Se mantuvo un rato así y le acarició el cabello, tumbando sin querer la boina del menor. Notó eso y le soltó, agachandose para recogerla -Ten..- Se la colocó en la cabeza nuevamente y se le quedó mirando con una expresión triste... O quisás melancólica, ni él mismo sabía que le estaba sucediendo en ese momento. Al darse cuenta de que se quedó pensando en la mortalidad del cangrejo, dejando a ver su estado de animo, sacudió rápidamente su cabeza, seguido por una falsa sonrisa, esas de las que estaba acostumbrado a dar y que se le daba muy bien el finjir -Nee Vash! Quieres cenar algo? Haré que el chef prepare lo que quieras comer~

- ¿Seguro que no te escondias? -repitio sonriendo, imitando a un gatito al restregarse con el abrigo de Ivan, tanto en busca de calor como en una manera de entender que él si estaba allí y no era una clase de ilusion.

Estaba siendo iluso de nuevo, como cuando firmó aquel tratado. Se creia cualquier cosa que Ivan le dijese aun y cuando el sabia que tal cosa era mentira. El perfecto ejemplo eran sus sonrisas, cualquiera podria darse cuenta de que... eran falsas. Eso le dolia a Vash, si no le podia ni siquiera hacer sonreir con sinceridad... que diablos hacia ahi? Por qué le habia, podria decirse, obligado a casarse con él? Era un idiota egoista.

Sintió como su boina se iba al suelo, parecia que el ruso solo sabia tumbarla. Rio un poco por lo bajo cuando se la puso y despues le dedico una calida sonrisa pero, ahi estaba de nuevo, aquella expresion triste que le heria tan profundamente. "Cuanto tiempo tendras esta mentira? Ivan no te quiere", dijo algo en su cabeza, tal vez era la verdad o una voz que le queria arruinar su mundito de ilusion.

- No tengo... hambre -murmuro, viendole triste sin poder evitarlo, no podia esconder lo que sentia tan facilmente como lo hacia Ivan -. Estar en el mar me marea... -comentó bajando el rostro para que no le viese tan mal-, despues de todo en Suiza no hay mares.... -subio de nuevo el rostro, serio, era de la unica manera que podia esconder la tristeza.

Se separo un poco de Ivan, viendola habitacion a ver en cual podia descanzar un poco, estaba abrumado de cierta manera. "Deberias dejarle... despues de todo solo quiere tu territorio y no a ti... Vash", seguia la voz en su cabeza. Estaba seguro de que no estaba loco ni sufria de esquizofrenia.... era la cruel verdad.

- Callate! -murmuro.

Después de escuchar el rechazo del otro para ir a comer, claramente le notó la tristeza en su rostro... Prefirió quedarse callado un momento.

-Entiendo... Te marea... -Le miró sintiendose culpable porque el otro tuviera esa expresión. Tenía que hacer algo para alegrarle, obviamente no eran mareos lo que le tenía mal y ni el frío podía provocarle el haberse puesto así derrepente, simplemente fue culpa de Ivan, él lo sabía.

Dejó que se alejara un poco mientras pensaba como arreglar las cosas, sus asuntos personales no tenían porque afectar al suizo y mucho menos hacerle sentir mal por ello. Se le acercó por detrás y le tomó de las caderas, levantandolo hasta llevarlo a sus hombros, acomodándolo en ellos -Vash vamos a ver el cielo un rato~- dicho aquello, le agarró de las piernas, dejando que se sostuviera con su cabeza mientras caminaba nuevamente hacia la popa del barco, donde se podía ver el mar y las estrellas de una manera como ninguna otra.

- Ahh... - se asusto un poco cuando el ruso le cargó, no se esperaba eso y se sentia demasiado alto alla. Le alegraba no sufrir de vertigo en ese momento.

Se tomo con fuerza de Ivan, teniendo miedo de caerse ademas de que, no era mentira ni una excusa, en verdad estaba mareado. Vió el barco desde esa altura, se veia algo diferente y mas diferente se veia la vista de todo, podia ver bastante lejos, aunque era de noche y no se veia mas que un cielo totalmente estrellado. Era una linda vision, todas aquellas estrellas, se veia todo difente en el mar. Por un segundo habia olvidado la tristeza que tenia y el mareo y el vertigo tambien.

"Siempre te pierdes en tus pensamientos...."

Otra vez la voz de su consciencia resonaba en su cabeza, se iba del tema, se distraia con facilidad. En ese momento lo que en verdad queria era tener aunque fuese una respuesta por parte de Ivan.

- Oi... Ivan... - murmuro -. no te importa lo que firmaste en el tratado, verdad? -le pregunto apoyandose en su cabeza para ver mejor el cielo, buscando irse de nuevo de tal manera de que su consciencia no llegara de nuevo. ¡Le gustaba su pequeño mundo de ilusiones!

Notó como el otro le agarraba con fuerza de la cabeza, seguro sentía que iba a caerse - Nee~ Vash no te vas a caer- sonrió, caminando lentamente hacia la superficie del barco, tomandole con fuerza los pies, haciendo sentir al otro seguro de que no se caería de allí arriba.

Llegaron a la popa y se mantuvo sonriente, viendo el cielo estrellado, sin duda estar en un barco tenía sus beneficios. Derrepente, escuchó al otro hablar, le resultó extraño que le preguntase eso en momentos así, le bajó de sus hombros y lo colocó en el suelo sin dejar de sonreirle.

-Da, me importa lo que firmé... Si lo hice fue porque me interesa...- Le miró fijamente para luego agacharse a su altura y acariciarle un poco el cabello -...Como también me importa lo que Vash piense y como se sienta- Pasó a acariciarle la mejilla con su pulgar- En serio, estás bien?

- Es que siento.... que solo estas conmigo por obligacion... o algo asi... -murmuró viendole con los ojos medio llorosos-, por eso pregunto... me molesta cuando estas conmigo y sonries con tristeza... Me hace pensar que soy un estorbo aqui y que nunca debi forzarte - habló rapido, soltando lo que sentia de esa manera.

Se quedo en silencio, viendo a Ivan esperando una respuesta, la mas sincera que le pudiera dar el ruso. Eso era lo que queria, aunque le dijera que no queria verle y que solo habia firmado para quedarse con las tierras. Sabia que le doleria y que lloraria una vez que le dijera algo asi, pero su mundito se romperia y ya sufriria menos al quedarse sin ilusiones con respecto al ruso.

Notó como unas lágrimas se asomaban por los ojos del otro, continuó acariciandole la mejilla.

-Nee Vash, si no quisiera pasar tiempo contigo simplemente te daría cualquier excusa barata para poder librarme -le sonrió con algo de ternura para que el otro pudiese calmarse y no llorara frente a él. Se acercó un poco al otro y depositó un beso en su mejilla, para luego sonreirle y levantarse del suelo, viendo nuevamente el mar.

-Lamento hacerte sentir mal al no sonreirte con sinceridad, pero no tienes la culpa de nada -cierra sus ojos sintiendo la brisa del mar- es solo que a veces no me siento muy bien o recordé algo que no debía... Pero igual sonrío para no preocupar a los demás y a ver si logro engañarme a mi mismo para poder alegrarme.

Extrañamente estaba siendo sincero con el otro, casi nadie conocía ese lado suyo, solo sus hermanas, China y quisás Lituania habían escuchado y "comprendido" los sentimientos del ruso, le costaba demasiado abrirse a los demás.

Le escucho, viendole con un dejo de inocencia con aquellas lagrimas en sus ojo, no comprendia bien lo que le habia dicho en un principio y no le importo una vez le beso la mejilla. Sonrojado vio como observaba el mar, estaba claro que Ivan Braginski no era exactamente una persona con la que facilmente se podia tratar.

- A veces... en realidad es mejor estar enojado o triste que sonreir falsamente... solo logra lastimar mas - murmuró cuando el ruso termino de hablar -. Tambien lastima menos a los demas que se dan cuenta de que esa sonrisa es falsa, hace sentir inutiles a las personas que quieres hacerte feliz o que desean que lo seas al menos cuando estas con ellas....

No sabia mucho de Rusia siendose a si mismo sincero. No era una historia que realmente le pudiese involucrar, no estaban ni remotamente cerca pero queria hacerle feliz al menos, siendo un total ignorante con respecto a él.

Se mantuvo viendo al mar, no deseaba quitarle la vista de encima, le hacía sentir tranquilo como a la vez era lo que más le entristecía ver, ni el mismo entendía eso.

-Da, se que no es agradable ver como alguien te sonría con falsedad... Pero no quiero que vuelvan a verme llorar, no me gusta- Sonríe un poco, recordando varios sucesos de su vida, donde le había llorado a los que se encontraban alrededor de él, por cualquier pequeñez, realmente el ruso era alguien muy debil de corazón, aunque no pareciera.

-Solo quiero intentar ser feliz cuando esté con alguien, aun si no tenga ningun ánimo de sonreir, igual lo intento... Porque es la única manera de poder engañarme a mi mismo y hacerme creer que todo está bien...- se recostó en el barandal del barco, recostando su cabeza en su brazo, aun sin quitarle la vista al inmenso mar y tampoco a aquel cielo que le hacía sentir pequeño en ese mundo tan grande.

Se quedo en silencio, sintiendose totalmente inutil y sobrante ahi. No podria entender nunca a Ivan, de eso estaba seguro y por eso ya habia pensado incluso anular ese tratado que les unia. No estaba cerca de poder ser alguien importante para el o eso pensaba, despues de todo solo era alguien que le habia obligado a firmar aquel tratado valiendose de que sabia que a él le gustaba tener territorio... habia jugado sucio y por eso no seria feliz con él.

Observo el cielo por un segundo, era tarde, habia millones de estrellas, tan solas como el estaba en ese momento. Se perdio en el cielo, recordando cosas del pasado que no habian sido agradables... y otras que si lo eran pero igual le hacian sentir triste.

- Bin ich allein in dieser Welt? - se pregunto a si mismo en un murmullo, sintiendo como una lagrima se escapaba de sus ojos y corria por su mejilla, aun viendo al cielo estrellado de aquella noche en el mar.

Bajo rapido la cabeza, secandose la unica lagima que salio y sonriendo, tan falsamente como lo habia hecho Rusia antes. Sin mediar palabra se fue ahi, entrando bajo cubierta al sentir de nuevo frio.

Se mantuvo viendo a su alrededor, con el silencio que hacía pudo escuchar lo que el otro había dicho, aunque no sabía mucho alemán como para entablar una conversación, pudo entender lo que el otro había dicho. Prefirió quedarse en silencio, mirando de reojo las acciones del otro.

Continuó mirandole hasta ver como se iba ¿Por qué si el otro era infeliz decidió estar con él? Era lo único que pudo entender el ruso ante todo eso, se sentía culpable y realmente solo, al pensar que todos los que estaban alrededor suyo sufrían por su culpa, poco a poco esa soledad y ese vacío interno que sentía, se volvía más grande, formando un "agujero" en su interior, quitándole toda esperanza de poder llegar hacer feliz a alguien que realmente le importara.

Quisás siempre todo terminaba igual y de la manera en que él no quería, porque no sabía tratar a los demás... Pero entonces como debía tratar a los otros? Nunca nadie le enseñó ser sincero y el haber tenido una infancia tan traumante y solitaria tampoco ayudaba a la situación.

Luego de un rato de haber estado pensando en silencio, solo escuchando como las olas chocaban contra el barco, decidió moverse de donde estaba, buscando al menor. No sabía que podría decirle, pero algo que no era justo es que el otro estuviese solo en un sitio tan grande y nada familiar.

Caminó por todo el barco, no le encontró, comenzó a preocuparse en serio. Ya sabía lo que sintió el otro cuando no le había encontrado anteriormente.

Se habia escondido en una habitacion vacia en la que guardaban las armas del barco. Las vio todas sin sentir la emocion que siempre sentia por las mismas, solo se sento en una esquina, triste pero sereno, ya no queria llorar, ya no queria enojarse y gritar, ya ni siquiera disparar. Se sentia tan inutil, ni siquiera era que estaba triste porque Ivan no fuese sincero con el, si no porque estaba consciete que el, alguien que recien conocia, no estaba en capacidad de entender a alguien tan complicado con quien sabe cuantas cosas traumaticas encima si ni siquiera se entendia el mismo, y no tenia tantas cosas que contar.

Olia la polvora, pensando en miles de cosas pero sin profundizar en ninguna, queriendo llegar a donde fuera que estuviesen yendo, queria salir del agua y ver algo conocido. Era un hermitaño, ¿como habia aceptado salir de su casa en los alpes? La respuesta no era dificil: buscaba felicidad, pero de la manera incorrecta... por eso se merecia estar asi en ese momento.

Sacó el tratado de su chaqueta, leyendolo. Lo habia hecho con tanta ilusion y se habia sentido tan feliz cuando el otro lo habia firmado. ¿Por que lo habia tenido que firmar? ¿Por que habia aceptado tal tratado? ¿Por que? ¿Hasta esos puntos llegaria Rusia contal de tener mas espacio en el mapa? Por alguna razon no lo podia dudar tan facilmente.

Siguió observando fijamente el tratado, la firma de Rusia y su letra apenas entendible. Sonrió con tristeza pura en los labios, rompiendo el contrato, el original, queria saber si Russia seguia con el despues de verlo... o si lo dejaba en el proximo puerto como si no fuese importante.

Realmente estaba buscandole desesperadamente, no le encontraba en ningún sitio, unas lágrimas comenzaron a recorrer su rostro, se sentía como cuando era un pequeño niño cuando buscaba a alguien mientras corría sin rumbo alguno por la fría nieve que rodeaba a su país, realmente era una sensación horrible, era desesperante sentirse solo y ahogado en su propio llanto cuando sabría que nadie le escucharía.

Todos estaban durmiendo en el barco, él era el único que se encontraba por los pasillos, caminando de un lado a otro, revisando una y otra vez en cada una de las habitaciones, teniendo cuidado de no despertar a nignuno de los marinos que se encontraban descansando luego de un arduo día, intentaba secarse las lágrimas con la manga de su abrigo, comenzaba a nublarsele la vista por las lágrimas que salían como arroz por sus ojos, odiaba aquello, por qué tenía que pasarle esas cosas? Qué hizo para merecerse el estar solo? Era lo que más odiaba, no soportaba ni un minuto en soledad... Su mente retorcida comenzaba a carcomerle por dentro, a veces la desesperación que sentía por encontrar a alguien le hacían cometer locuras.

Ya estaba mareado, no podía detener sus lágrimas y se dejó caer arrodillandose en el suelo, rendido de tanto buscar, toda su vida era un ciclo... A la final siempre terminaría en soledad, no podía evitarlo.

Rompio al menos cinco veces cada pequeño trozo de aquel estupido papel, rompiendo con eso su mundito de ilusiones. Cada vez que salio se llevaba un fuerte golpe.

Se puso de pie, escuchando un ruido en el pasillo. No dio un paso, no queria salir y encontrarse con alguno de los marinos rusos, le asustaban de cierta manera siendo el tan pequeño, decidio ponerse a gatas y acercarse a la puerta, gateando con cuidado. Una vez estuvo cerca de la puerta la abrio con delicadeza, no habia nadie. Salió, aun gateando, hacia menos ruido asi.

Siguio su camino hasta detras de una columna lo suficientemente ancha como para que el no se viese. Se sento ahi, fijandose en que Ivan estaba alli, de rodillas en el suelo, llorando desconsoladamente. Eso le partio el alma, no podia resistir verle asi mas no tenia la valentia para acercarsele y tal vez abrazarle o quien sabe como haria para tratar de tranquilizarle, en verdad le dolia verle en ese estado, al igual que le dolia verle sonreir con falsedad. en verdad le queria, eso nunca fue un capricho, era un sentimiento real y por eso se sentia frustrado e inutil al no poder hacer feliz a alguien a quien queria tal vez mas que a su pequeña hermana, Lily.

- Bitte, weine nicht, Liebling - murmuró incapaz de acercarse cuando el mismo se habia quebrado y habia comenzado a llorar en el mas absoluto silencio, no sollosaba o moqueba, solo lloraba hasta que perdiese el poco autocontrol que tenia.

No fue capaz de escucharle, pero sintió una presencia atrás suyo, volteando y notando como el suizo le miraba con lágrimas en los ojos. Aquello le provocó una punzada en su corazón, nuevamente sentía como por su culpa hacía llorar a otros, realmente... No podría cambiar aquello?

Caminó hacia el otro, tambaleandose un poco, el cuerpo se le hacía pesado y a duras penas respiraba con normalidad. Se secó el rostro lloroso que tenía, no sabía que decirle al suizo, al final lo que dijera haría que todo terminara peor, ya ni sabía que podría hacer.

Tomó entre sus manos, el rostro del menor para poder secarle las lágrimas, se encontraba cabizbajo ya que ni era capáz de mirarle a los ojos, se encontraba perturbado en esos momentos, su mente le proponía que se dehiciera de lo que le causara molestias o tristeza, pero no quería quedarse de nuevo solo. Esos cambios de personalidad que tenía le afectaban mucho.

Vio como le secaba las lagrimas de aquella manera. ¿Por que no le miraba a la cara?

- I-Ivan -murmuro con la voz quebrada, en cuanto abrio la boca todo lo que habia hecho para llorar en silencio se habia esfumado y ahora solo lloraba con tal sentimiento que le dolia el pecho -. ¿Por que no me miras? - eso era lo que mas le dolia, si estuviese llorando sangre el queria verle, queria saber que era sincero que no solo habia aceptado porque su territorio estaba libre o porque tendria armas gratis.

Sacó un trozo del contrato que habia conservado, donde estaban las dos firmas y se lo enseñó.

- Lo he roto... - le dijo intentando hablar corrido, tenia hipo -. Ya.. ya no tienes ningun obligacion conmigo... puedes deshacerte de la molestia que represento si eso es lo que quieres, Ivan - sonrió pensando en que por fin hacia algo util, si estorbaba tanto, si le hacia llorar, si no podia hacerle sonreir... ¿para que seguiria a su lado? Siempre podria encontrarse a alguien que lo hiciera realmente feliz y un no un pequeño crio hermitaño que no tenia idea de nada en la vida... la diferencia era realmente importante.

Aparto las manos del ruso de su rostro, besando la palma de una con cariño como buscando una manera de hacerle entender cuandoto lo queria. Le puso el papel en la mano y se la cerró, no pudiendo soltarla ya que la habia tomado con las dos suyas, con fuerza, como si eso fuese la ultima ilusion que le quedaba de eso.

Le escuchó aun cabizbajo, estaba a punto de responderle si no fuera por que el otro le había mostrado aquel trozo del contrato roto. Le miró entre sorprendido y triste, lo único que podía pensar era que ahora el suizo le odiaba, seguramente se estaba aprovechando de que fuese una gran nación para darle prestigio a la suya... O cosas así. Simplemente no podría encontrarle otra explicación a aquello.

-N-no sabía.... Que me odiabas tanto.... -Hablo con un hilo de voz, ya ésta ni le salía, había comenzado a llorar de nuevo, si fuera por él, se hubiera suicidado desde hacía ya mucho tiempo, no lo posortaba más, quería que alguien le ayudara a salir de donde estaba, solo necesitaba a alguien que le aceptara y se quedara con él por siempre, cosa que sería imposible encontrar.

Sonrió de la manera más falsa posible, intentaba buscarle algo bueno al asunto, pero no encontró nada que le alegrara, así que esa sonrisa tan dolorosa se esfumó poco después de haber aparecido.

Se sentó en el suelo, mirandolo, perplejo. En ese momento el suizo le había tomado de la mano y se la había besado, ¿qué sentido tenía eso si el otro le odiaba? No comprendía nada... O será que el ruso estaba comenzando a tener alusinaciones con lo que estaba sucediendo y quería algo de cariño por parte de alguien?

No, no podía ser... El otro le había dado el trozo del contrato donde se encontraban sus firmas y le sostuvo la mano con sus dos pequeñas manitas, eso no podía ser una alusinación creada por su retorcida mente. Le miró al rostro, buscando tal vez una respuesta en éste -No entiendo....

- Claro que no te odio... - murmuro llorando, consciente de que las lagrimas caian en la mano del ruso -. todo lo contrario... no sabes cuanto te amo, por eso fue que actue como una cria desesperada cuando te obligue a firmar eso... y por ese amor que siento hacia ti.. quiero dejar de estorbarte y prefiero irme... tu... tu... se que... snif... puede conseguir a alguien mejor que un crio inseguro como lo soy yo... por eso es que lo rompi, no quiero tenerte atado a mi... quiero que seas libre de hacer lo que quieras....

Decir todo aquello realmente le dolia en lo mas profundo de su ser, le dolia el pecho y cada lagrima le quemaba las mejillas. Debia dejarle hacer lo que quisiera... y dejar de molestarle, no debia ser egoista con él.

- En... en verdad te amo demasiado - le dijo para que le quedara claro, se arrodillo frente a el viendole con una sonrisa, era sincera apesar de estar llorando.

Le tomo el rostro y le beso los labios suavemente, buscando que entendiera lo que decia.

Se quedó más que sorprendido ante la declaración del otro, nunca había escuchado esas palabras en su vida... Practicamente nadie le había dicho ni un 'te quiero' durante su larga existencia.

Se sentía extraño, luego de haber llorado tanto tiempo solo, sin sentir siquiera algo de cariño por parte de alguien, derrepente todo eso cambia, vió como el otro se había arrodillado frente a él y le había tomado del rostro, se sentía tan.... bien, con tan solo pensar que alguien te quiere y que no fuese por mero interés.

El suizo le había besado con ternura los labios, cerró sus ojos, sintiendo como el otro le transmitía su cariño. Ante todo eso, se había olvidado que estaba llorando, ya ni recordaba porqué estaba triste, su mente se había quedado en blanco.

-Vash....- no pudo decir nada más que nombrarle, recostó su cabeza en el hombro del otro, sonriendo un poco, abrazandole sintiendose realmente bien con eso -No quiero que Vash se vaya, quiero que esté conmigo....- Puesto que no podría nergarle a esos sentimientos que le hacían sentir aquella calidez interna que tanto añoraba.

- Estare contigo si asi me lo pides... - le murmuro con felicidad, acariciandole el cabello con todo el cariño del mundo.

Se sientia raro estar siendo tan cariñoso con otra persona que no fuese Lily. Ni siquiera con ella era tan amable y suave. En definitiva amaba realmente a Rusia, al punto de ser un inconsciente como lo habia sido hasta el punto de ya haber firmado ese tratado que, practicamente, convertia a Suiza en un protectorado de Rusia. Eso ya no le importaba, Ivan habia probado que no estaba con el, Vash Zwingli, solo porque estaba el papel que ya habia roto.

- estoy... tan feliz - murmuro algo termeroso -. Pense que Ivan me dejaria.... una vez que el papel no existiese...

Se mantuvo un rato más abrazandole, como si fuese la última vez que le vería.

-Nyet, los papeles no importan Vash...- Dijo con una sonrisa, dejandose acariciar el cabello, mientras cerraba sus ojos para sentir aquellas caricias que le estaba dando el otro -...Lo que único que importa es que Vash quiera estar conmigo, no solo por querer mi protección... -Realmente se sentía feliz por pensar que porfín alguien se interesaba en él y no en algo que pudiese ofrecerles a los demás, a cambio de algo.

Al rato de haber estado en esa posición, se separó del otro con una sonrisa en el rostro-Nee Vash, me entró el hambre~ -Dijo mientras se sobaba el estómago siendo más gráfico con el vacío que tenía en su estómago.

-Vamos a comer, da?

Aunque el otro halla roto el tratado, igualmente seguía siendo válido, siempre y cuando el otro no dijese lo contrario.

- Yo nunca quise nada de ti - murmuro sonriendo- solo te queria a ti... - rio suavemente porque ni el mismo habia entendio que habia dicho, pero no le importaba, estaba demasiado feliz en ese momento.

Se separo aunque era lo que menos queria, queria estar un rato mas en los brazos del ruso pero no dijo nada al respecto, tampoco queria sonar tan niña.

- Vayamos a comer entonces -se puso de pie, sonriendo por como se expresaba -. Que podemos comer aqui? -vio a su alrededor, nunca habia estado antes en un barco asi que no sabia que podia hacer o que podian comer ahi, aunque si habia queso no iba a ser un gran problema.