Feliciano entra a casa, se estira un poco y se quita el grueso abrigo que porta. Cierra la puerta tras el y comienza su camino por el pasillo dando leves saltos.
De pronto dirige una mirada de reojo a una pequeña mesita en que la había puesto el teléfono, en la sala. Ahí es donde encuentra el mensaje, inmediatamente reconoce la letra y de forma inconciente una sonrisa se dibuja en su rostro.
- Alemania~ -susurra cantarín, mientras lee casi con dedicación el mensaje. Al terminar, no tarda en tomar un papel y un lápiz, para posterior a ello apresurarse a llegar a su desordenado escritorio y comenzar a escribir:
"Querido Alemania:
¡Me ha puesto muy feliz leer tu mensaje! ¡Woa! ¡Pensar que podríamos volver a los viejos tiempos! [...]"
Saluda en su escrito, luego innecesariamente comienza a hablarle de lo aburrido que ha estado este tiempo, a proponerle comer pasta juntos un día de estos y otras cosas irrelevantes, luego dice:
"Me encantaría volver a formar nuestro grupo ¡Sería tan divertido!.
Atte: Feliciano
PD: ¿Habrá vino para celebrar? ¿No crees que sería genial que hubiesa vino? ¿No? ¿No?"