Visitando a Noruega (ADVERTENCIA: +18)

Su insistencía le molestaba mucho, tragó saliva nor por nervios ni nada, sinó por que le costaba asimilar lo que estaba apunto de decir.

- Si... -

Ese día se iría abajo para el.

-¡Genial! *dijo casi en un alarido y se lanzó sobre Noruega, besándolo.* Verás que no vas a arrepentirte... *se separó, sin que el otro tuviera que hacerlo y quitándose su sobretodo, se acostó del lado de la pared* Ahora tendremos que dormir juntos *lo jaló consigo, obligandolo a recostarse a su lado y con él* Prometo cuidarte y ser bueno... Tu tienes que prometer algo también.

Se iba a limpiar los labios como de costumbre pero no pudo, por lo menos no en las 24 horas restantes. Al contrario de lo que Dinamarca habia dicho ya estaba arrepentido, de hecho lo estaba desde el mismo instante en que asintio. La idea de que durmiesen juntos no le agradó.

- ¿Que cosa? - Hacer promesas con el no era algo que hubiese tenido planeado.

-Pues... tienes que prometer algo. Que harás algo en estas 24 hs, algo por mi o cambiarás alguna aptitud... como... no sé... decirme que me quieres o llamarme "cariño" o alguna cosa así... algo que harás o no en estas 24 hs.

Tenía que pensarlo bien, hacer algo a por el...

- No te criticaré - Es lo máximo que puede hacer por el, o por lo menos que se le ocurriese en ese momento, la idea de decirle cariño o que lo quería nunca las realizaria por muchos tratos que tubiese que firmar o muchas torturas que debiese soportar.

-Bien... *le da un suave beso en la mejilla y sin dejar de abrazarlo, le da el espacio suficiente para que Noruega se acomode como lo desee* Que descanses, Nor... *vuelve a darle otro beso*

Los abrazos le hacían sentirse molesto, por lo menos los de Dinamarca por lo que se apartó de los brazos del danés de forma delicada, de modo de que pareciese fuese otra la razón por la que se retiró.
Miró hacía el techo del cuarto esperando que le diese sueño, pensando en todo lo que le deparaba el día.

Acomoda un brazo sobre el pecho del noruego y luego la cabeza en su hombro, como una delicada dama. Así no pasó mucho tiempo que se perdió dormido... Dió unos pocos suspiros a la noche, pero al estar cómodo no roncó. En algún momento murmuro algo sobre vikingos y sangre y se giró sobre sí, dándole la espalda a Noruega, pero no pasó mucho tiempo más hasta que se giró de pronto, y dejo caer su brazo y luego todo su cuerpo sobre la cara de Noruega.

Cuando Dinamarca se giró una inmensa sensación de bienestar lo lleno por un instante a excepción de que el danés aún murmuraba algo... nisiquera dormido dejaba de hablar. Duró más bien poco el rato de tranquilidad pues Dinamarca se giro de nuevo, esta vez en una pocisión muy incomoda, sobre su cara. Noruega frunció en ceño molesto, cuando Dinamarca estaban cerca sentía se quemaba, a eso llegaba el punto de desprecio que le tenía. Se separó del danes bruscamente y se levantó, a pesar de ello Dinamarca no había notado nada, Noruega aprovechó esto y en silencio camino con intenciones obvias de dejarlo solo.

-Uhm.... *se queja el danés* Nor... Nor... *murmura, acurrucándose en la cama, como si lo buscara* ¿Nor...?

Giró un poco la cabeza al oír que murmuraba su nombre temiendo haberlo despertado. Se apresuró y abrio la puerta cerrandola despacio y iendo hacia otra habitación a la cual entró y cerró con llaves. Se rescostó en la cama, claro, esta vez sin olvidar un detalle importante. Tapones para los oidos.

Dinamarca no despierta hasta la mañana siguiente. Pero curiosamente, cayendo las 10 de la mañana, esta de pié junto Noruega y lo mueve por el hombro, suavemente, para despertarlo:

-Oye... Nor... *entonces descubre los tapones... Entonces, esa había sido la razón por la cual el noruego no despertó cuando el danes derribo la puerta anteriormente. Sonríe y se los quita* Noor~... despierta... ya esta tu desayuno...

Despertó lentamente porque una voz conocida y molesta juntó a un toque en su hombro le interrumpió... un segundo ¿Que hacía Dinamarca ahí?

- ¿Como entraste? - Miró hacia la puerta. Estaba abajo. Debío sospecharlo, era un bruto como siempre.

Le sonríe de forma dulce:

-¿Quieres desayunar? Hice bacalao y esta vez le agregué un poco de condimentos más suaves... Vamos... Ven... También puse agua y no cerveza, para que no te caiga tan pesado.

Una mueca de asco apareció en su rostro.

- No- Notó que su respuesta había sido algo cortante, debía enmendar. -Gracias... - Cruel sacrificio para el.

Se levantó algo desganado, el día poco prometedor había dado inició. Se vistió algo irritado.

Notó la mueca:

-Lo siento... *dice de pronto* Creo que no es de tu agrado ¿Verdad? Dime que es lo que quieres desayunar y lo haré para tí.

- No tengo hambre- Nada de lo que dinamarca le preparara le haría sentir complacido, además siempre era lo mismo, demasiado de algo o de lo otro faltante. Siempre.

Se retiraría del cuarto, claro, no sin antes ordenar el catre ignorando casi de forma olimpica que Dinamarca estaba ahí.

-Nor... ¿Por qué no vamos a dar un paseo? Vi un valle muy bonito no muy lejos... ¿Qué dices?

Parecia ser la primera idea racional que había tenido Dinamarca en días, un paseo sería lo mejor, odiaba salir con el, eso era innegable pero aceptaría, el aire fresco le haría bien.
Lo miro con mucha seriedad y se acercó hacía el.

-Vamos- Sonó algo desinteresado.

Le extiende la mano, pero se la termina tomando y lo guía de esa forma fuera de la casa. Afuera, hay nieve y el clima esta algo frío:

-Me agrada la tranquilidad... *suspira* imagina lo genial que sería nuestra relación... Mientras yo salgo a saquear tierras para traer un plato de comida... tu te quedarías aquí con los niños cocinando y ayudándolos en sus deberes... *ríe*

Le hubiese gustado que Dinamarca llevase una corbata o algo semejante para asfixiarlo en ese momento, cada día tenía una idea más bizarra que el día anterior, su mente parecía realmente no mantenerse más de unos cuantos minutos en la tierra, de otro modo no calzaba dijera tanta cosa junta.

Masculló algo, posiblemente unas palabras de odio y miró en otra dirección con una mueca que parecía ser una mezcla entre fastidio y aburrimiento.

Lo mira unos momentos y nota que no esta yendo bien.

-¡ Aquí es! *grita entonces y le muestra un valle, en el que hay un lago con aguas calientes* ¿No es hermoso?

Si, era muy hermoso realmente, despues de todo era parte de la bella naturaleza de su nación, no podía quejarse.

-¿Que planeas? - Esperó un instante, el sabía que pasaba por su mente. - No me bañaré ahí, no lo intentes.

-Son cosas que las parejas hacen... *se le acerca y lo besa* Cariño... Es algo que haremos de aquí en adelante... *lo abraza y vuelve a besar*

Lo apartó de sí con un gesto nada delicado, de hecho había sido el más brusco hasta ahora. Tenía una excusa, no podía quedar mal si quería que resultase su plan.

- Perdón, me asusté - No era NADA bueno mintiendo, pero serviría por lo menos un rato . - Estoy emfermo además- Tenía que tener una excusa para evitar el agua.

Si, Noruega era un pésimo mentiroso, pero contaba con que Dinamarca no se diera cuenta.