Visitando a Noruega (ADVERTENCIA: +18)

-¿¡Cómo que es verdad?! ¡¡Nos van a comer, Nor!! ¡ Aquí lo dice! Dice que el Wyrm saldrá de la tierra y nos tragará a todos y que el dragón de Luz... algo de un dragón de luz decía... ¡NOR! Dice... dice algo de que va a salir magma por todos lados... ¡Y que Islandia se va a prender fuego!

¿¡Tanto costaba acaso pedir un poco de silencio!? Se apretó el cabello con fuerza como si eso impidiese oir el molesto timbre de voz que tenía Dinamarca. Era totalmente inutil. Se levantó de golpe y de forma inesperada puso sus labios sobre los de Dinamarca. Si, incluso para el noruego la reacción fué inesperada, pero al menos ahora estaba caado y su cabeza parecía no reventar.

Y de pronto se hizo silencio. Dinamarca no lo puede creer, pero si... aquello que siente sobre sus labios no es nada más ni nada menos que los labios del noruego. Queda helado, incluso tarda en corresponder... pero entonces sigue el beso, tranquilo, dejando que el menos guíe... Jamás nadie le había dado un beso... Es... es... ¡Como su primer beso!

Continuó lentamente durante un periodo de tiempo hasta que el aire comenzó a faltarle y le exigió separarse. Se había hecho el silencio por primera vez en ya dias y no sabía como tomar el hecho de haberlo logrado de ese modo. Miró hacia el suelo autoconvenciendose de que fué su cuerpo el que reacciono y que la jaqueca infirió o algo así.

Le deja separar el beso y entonces le sonríe. Cuando baja la mirada, supone que Noruega se puso tímido:

-¿Por qué me escondes la mirada? *lo toma del mentó y hace que lo vea, mientras le habla suavemente*

Apartó su rostro de la mano de Dinamarca, en esta ocasión el tenía todo el derecho de haber pensado mal, después de todo hasta el mismo estaba confundido.

- No te emociones - Se reincorporó en el sillón donde intentaba relajarse minutos antes, la cabeza le dolía aún más pero al menos tubo un rato de silencio.

-No lo haré... *pero ya estaba bastante emocionado* ¿¡Y a que se debió ese beso!? *se pone de píé y sienta junto a Noruega, apretujandolo en el sillón con su propio cuerpo, pues no es un sillón para dos personas*

- Era para que guardases silencio -Estaba incómodo, ¿acaso Dinamarca no entendía que los sillones de una personas eran para... una persona? Se acomodó un poco y tomó el libro que le había prestado a Dinamarca para distraerse con el un momento.

-Jeje... entonces hablaré más seguido... puedo contarte muchas cosas si quieres... tengo una larga lista de temas para hablar y hablar... *pasa una mano sobre el hombro se Noruega y se acerca, esperando a que lo bese) ¿Con que puedo comenzar? Oh, si... cuando Suecia y yo eramos niños...

Debío esperarse una reaccion semejante viniendo de Dinamarca, después de todo siempre sacaba provecho de todas las situaciones, pero no besó a Dinamarca como este esperaba, sinó que apartó su cara con la palma de su mano.

- He dicho que no te aprovecharas -

-¡Pero no me estoy aprovechando! Tu te aprovechaste de mi hace un momento... *mira el libro y lo toma* Yo sólo te estaba hablando de esto y entonces tu viniste y me besaste ¿O no es así? Por cierto... ¿En verdad una araña gigante nos va a comer...?

Negó para sus adentros, Dinamarca tenía razón... que dificil era pensar eso.

- Olvida lo que ocurrio. Es todo - ah sí, miró también el libro -Alguna vez creí en ello -Era ilógico pensar que una araña se comería a todos después de todo.

-¿Y por qué ya no crees...? Deberías de ser más creyente... Creo que le falta emoción a tu vida, la vives con demasiada seriedad...

- No - Su vida era muy emocionante(? no tenía nada de lo que quejarse con respecto al tema.

Siguió ojeando su libro, bastante pintoresco cabe agregar, muchas cosas que decía eran ciertas pero nadie las tomaba nunca en serio~.

Se queda en silencio junto a Noruega, mirándolo leer... ¿¡Qué le va de divertido?! Termina dormido, con la cabeza en el respaldo del sillón.

Leyó un buen rato, le pareció bastante curioso que Dinamarca estubiese callado durante tanto tiempo, nisiquiera lo escuchó quejarse ni chistar ni nada. Cerró su libro después de leer un par de historias largas y miró hacia atras, en efecto, Dinamarca estaba dormido, en todo caso era difícil que estubiese callado por alguna otra razón.

Se levantó del sillón dejandolo solo, el en cambio iría al bosque un rato, hablar con sus criaturas mágicas en paz se le hacía bastante extrañable.

Despierta a las horas. No lo ve a Noruega y sale a buscarlo, pero no lo encuentra en toda la casa y no hay caso, por más que pregunta.

-¿¡Nor...!?

Sale a buscarlo al bosque... ¡Tal vez se lo comió la araña! Pero finalmente lo encuentra y se esconde... le jugará una broma.

Llevaba toda la tarde con sus criaturas mágicas, ellas si escuchaban, además de que podían mantener una conversasión racional es inteligente por más de cinco minutos, no cabía duda de el porque Noruega disfrutaba tanto compartiendo con ellas además de que tecnicamente eran parte de el y tenian lazos muy especiales nación-criaturas.

No escuchó a Dinamarca en ningún instante, estaba demasiado ocupado con las hadas, jugando con ellas de vez en cuando, tambian habían algunos trolls en el lugar, en fín, buena compañía.

Se acerca muy sigilosamente... muy sigilosamente... demasiado para ser danés... pero... llega detrás de Noruega:

-¡¡¡NOOOR~!!!

Se asustó, algo raro en él precisamente porque pocas personas son tan descerebradas como para darle un susto. Sus pupilas se contrajeron a diferencía de sus ojos que se abrieron bastante con la impresión, un escalosfrios incontrolable recorrió su espalda y cesó luego de unos instantes para dar paso a un leve temblor y el ceño fruncido del noruego.

- ¿Que crees que haces? - En su voz había un ápice de nerviosismo, aún temblaba un poco peró solo de la impresión.

Hecha a reír como si hubiese sido lo más divertido del Mundo:

-JAJAJA... ¡Pareces el perrito de Finlandia cuando lo echaba al agua helada! JAJAJAJA Estas temblando como un lechuga...

Con que esa era la razón por la cual Hanatamago estaba mojado sin explicación algunas en ocasio... un momento ¿lechugas que tiemblan? que terrorifico.

- ¿No dormías? - Se notaba su molestía, como no estarlo si despues de todo casi sufre un ataque de espanto por la estúpida broma de Dinamarca.

Lo nota pálido:

-¿Estas bien? Te ves pálido... *le toca la frente* Estas frío... ¿Tienes fiebre? ¿Algo? No deberías andar aquí solo con tanta nieve cayendo...

Estaba un poco mal, de hecho el frío tenía gran parte de la responsabilidad, pero claro, el no necesitaba de su preocupación.

- No le importa - Su estado solo correspondía interés en sus monarcas y nadie más, además aún seguía molesto por lo del susto.

-Anda, dime... Puedo hacer una medicina para ti si quieres... Déjame ver... *vuelve a tocarle la frente* ¿Estas bien? No, creo que no... Ven, mejor regresamos a la casa y te cuidas.