Visitando a Noruega (ADVERTENCIA: +18)

Las risas lo desconcertarón ¿Que ocurría? Se respondió solo cuando encontró a Dinamarca totalmente borracho.
Como era de esperarse negó al verlo, justo cuando creía que no podía ser mas una persona más decepcionante Dinamarca hacía algo peor.

- Eres realmente deplorable - Odiaba el olor al alcohol que el danés emanaba, además este repulsivo aroma se esparcía por toda su casa casí asfixiandolo. -Vete de mi casa -

Dinamarca deja su jarra sobre la mesa. Los otros se callaron, los cuales eran todos daneses.

-¿Qué me vaya...? Pero si tu y yo teníamos un trato ¿Vas a romperlo, entonces?

Los amigos de Dinamarca parecían unos bárbaros alcoholicos, aunque claro, que podría esperarse de los amigos de Dinamarca.

Permaneció en silencio un instante, si rompía el trato Dinamarca aún ganaría, después de todo el trato consistía en ser su pareja un día y el se iría, y si se negaba solo tendría que aguantarlo unas horas más.

Bufó una vez y sin mirarle ni nada decidió retirarse hacía otra sala de la casa.

Dinamarca lo siguió con la mirada, hasta que salió. Había comprendido que Noruega no lo quería para nada... ni mucho menos. Si era insistente o parecía no darse cuenta de las cosas, era por el simple hecho de que tenía la esperanza de que así, se cansarían de esquivarlo... Pero tal perece que no. Así que... ya no será quien no es. Será como en los tiempos pasados.

-Oye... Nor... Ven acá... Se supone que eres mi pareja... ¿No deberías sentarte a beber conmigo? Al menos hazme compañía.

Estaba sentando en una habitación que habitualmente no utilizaba sino para las visitas realmente especiales. Tenía su mirada enfocada en algún punto fijo del suelo, el seó algo fruncido y su mano (más especificamente la zona cercana a los nudillos) apoyando su cabeza en lo que su codo de esa misma mano estaba sostenido a la zona de la silla donde habitualmente el brazo descansa.

- No bebo -Estaba molesto, intanto eso sí no explotar. Dinamarca ya le había hecho perder su paciencia.

-Entonces siéntate aquí conmigo *palmeó su pierna* Vamos... se una buena esposa... *da una sonrisa lasciva* Luego te dejaré encargarte de tus "quehaceres" maritales...

Los otros daneses ríen.

-Sé que si le doy una oportunidad, puedes ser útil.

Con la mano que le quedaba disponible golpeo la de Dinamarca con fuerza trás haberle palmeado en su pierna, su expresión siguio siendo la misma hasta que la risa de los amigos del danés se oyó nuevamente. Cuando esto ocurrió dirigió su mirada a Dinamarca, parecía ser la misma que había utilizado para ver ese punto perdido en el suelo, pero cuando se enfocaba en una persona daba una ligera sensación de desear lo peor.

Recibe el golpe:

-Auch... *se toma donde lo golpeó* Bien... si así vas a ser... entonces aquí termina nuestro trato... *regresa a su lugar y sigue bebiendo como hace un rato* Creo que pasaremos un cálido invierno aquí... * sonríe a sus compañeros, que festejan*

Había oido lo de quedarse todo el invierno y peor, también sus amigos parecían ser parte del embrollo. Le dolía lo que iba a hacer...

- Espera un segundo ... - Se acercó a él y tiro de su ropa despacio para que pusiera atensión en lo que diría - Dame otra oportunidad - Se mordió la lengua, le estaba pidiendo una oportunidad a la persona que nunca creyó se lo pediría.

Dinamarca no lo puede creer ¿¡Él le esta pidiendo una oportunidad!? Entonces... sólo debía mostrarse tal cual era y ya... (aun que no parecía haber mucha diferencia...)

-Claro Nor... todas las que quieras *se inclinó y lo besa suavemente* Puedes sentarte a beber con nosotros entonces.

Suspiró y se quedó quieto, si bien como siempre no respondió ni nada no puedo quejarse, no podía perder la nueva oportunidad que le estaban dando.

Asintió a lo de sentarse con el a beber cerveza, lo hizo cabizbajo, sentía como casi una decisión del danés hacía depender todo su invierno.

Sonrió ampliamente como si disfrutase de esa escena. Deslizó una jarra de cerveza hacia él:

-Cambiemos un poco las reglas... si quieres que me vaya, antes tendrás que hacer todo lo que yo te ordene... Si a una de las cosas no obedeces... entonces me quedaré. Ahora, bebe toda esa cerveza.

... Solo unas horas mas.

Contubo las ganas de golpearlo pero sus pensamiento e ilusiones de que se ahogara con cerveza rondaban por su mente. Mientras tanto asintió frunciendo el ceño con la esperanza de que Dinamarca no se percatara de ello, tomo la cerveza con su manos y bebió lo indicado. No estaba demasiado acosumbrado a beber, de hecho, después de haberse independizado había bebido en contadas ocaciones y nunca superaba el sorbo.

Uno de los hombres le hace señas a Dinamarca y este asiente. Cuando terminó su jarra, el hombre le hecha encima a Noruega, toma una jarra de cerveza y entonces todos los daneses ríen... Ese era el tipo de bromas que Dinamarca disfrutaba hacer.

-JAJAJA... Ahora eres una pequeña cerveza... *se acercó al noruega y lamió su rostro* Aun que algo amarga... *dio una fuerte palmada a la espalda del noruego, mientras los otros seguían riéndose*.

Si antés se sentia molesto e impotente ahora se sentía peor, ahora estaba molesto, impotente y bañado en cerveza. Miró al danés que lo había empapado con una expresión de odio, algún día se las pagaría, en cuando a Dinamarca que lamía su rostro alzo los hombros incomodo y con el rostro sonrojado por efecto de la cerveza.

Dinamarca no para de reír.

-Te ves muy lindo así... *lo toma del rostro, para nada suave y lo besa* Ven... tengo hambre... *lo suelta y se pone de pié, yendo hacia la cocina*.

¿Para que querría que fuera a la cocina? Que más daba. Dinamarca cuando le dijo esto lo soltó y fué al lugar antes que Noruega siquiera se dispusiera a hacerlo. Le dolían las mejillas, Dinamarca lo había tomado con bastante brusquedad en el último beso lo que lo hizó mas molesto que todos los que le había robado anteriormente.

Cuando el danés fué a la cocina Noruega aprovecho y miró amenazadoramente a los presentes y se dirigió al lugar tambaleandose un poco.

-Cocina lago para mi... *le da un empujón* Anda... pescado... me gusta... con vino o algo así... *lo mira tambalearse* Jejeje... te ves muy indefenso así, ¿Sabes...?

Evitó cuaquier comentarío que pudiera perjudicarle, miró el reloj en la pared de la cocina... aún faltaba tiempo. Sin más preámbulo buscó un pescado el cual pusó sobre la mesa y con un cuchillo con el que solía cocinar decapitó de un golpe. Caminó luego algo torpe hacía el pequeño mueble donde guardaba vinos que le regalaban y que jamás bebía y los puso sobre la mesa, después prendió fuego en algo parecido a un brasero y puso a cocer el pescado con algunas especias. Se lamentaba internamente no tener veneno.

Dinamarca se sentó a ver como el noruego trabajaba para él:

-Hazlo más de prisa, Nor... *si quería odiarlo... le iba a dar razones para hacerlo* Tengo hambre... Norrr... Me muero de hambreeee... Nor~...

- Mi nombre es Noruega - Replicó, no le gustaba le llemasen de otra manera, además era lo más rápido que podía cocinar, más si el fuego iba tan lento. -Debes esperar -

Prosiguió mientras el pescado se cocia, sacaba con desgano las cosas de su lugar, en fin, al cabo de unos minutos estaba todo listo y se lo sirvió a Dinamarca con una expresión nada amable en la cara, sobretodo por el hecho de que se había tropezado en más de alguna ocasión por culpa de el alcohol en su sangre.

-Pero yo voy a decirte Nor... porque quiero... Soy tu Rey y tu mi subdito... ¿O no? Nor... *le sonríe y comienza a comer* Espero que a la próxima vez lo hagas más de prisa...

Se preguntaba a si mismo si despues de que se fuera la ONU aceptaría ubicar a Dinamarca... al otro lado del mundo para no verlo nunca más. Podría apostarse a si mismo que de mirarse en el espejo tendría una expresión similar a la que Suecia tiene habitualmente en el rostro.

- Me retiro- Dinamarca no había dicho nada sobre si podía irse o no. Se tambaleo hacia la puerta para irse, quizás durmiendo el día terminaría más rápido.

Rie:

-¿Y mi postre, Nor...? Aun tengo hambre... ¿Sabes...? *lo mira desde su lugar*

Apretó su puño con fuerza al oír lo último, le había servido bastante pescado y le parecía increible no estubiera satisfecho.

-¿Que quieres? - Hipó comicamente y se cubrió la boca con la mano, estaba bastante mareado.